La Xunta de Galicia, a través del IGAPE, organiza una jornada con once “itinerarios de formación” y 40 conferenciantes, que atrae a más de 2.000 asistentes. La organización es prácticamente perfecta: distintas salas con la última tecnología, una sala de conferencias magnífica, actividades como el “emprendódromo” y muchos medios de comunicación… Mi conferencia, de hora y media, ha partido de las palabras del Presidente de la Xunta en el Día gallego del emprendedor de 2006: “Queremos convertir a Galicia en un lugar capaz de crear, retener y atraer Talento”. He dedicado mi exposición a concretar cómo se hace en la práctica.
Vuelo a Madrid y de allí a Burgos, donde he participado en la 1ª Semana de la Publicidad y Diseño Gráfico, en la sala de conferencias de Caja Círculo. He hablado de La sensación de fluidez, conectar el Liderazgo de los cinco sentidos, del concepto de “Flow” (la “experiencia óptima”, cuando las capacidades se igualan al reto, en el que se fundamenta la felicidad), de la creatividad desde el punto de vista del físico David Bohm (“La inteligencia no se ha de considerar como el resultado del conocimiento acumulado que puede ser aprendido, como una ciencia o una técnica. Quizás sería mejor verla como arte, el arte de la percepción a través de la mente. Dicho arte requiere un alto grado de intuición y habilidad. Cuando estas virtudes no están presentes, el pensamiento se pierde rápidamente en la confusión”), de ser un equipo y del “efecto Atapuerca” (los cromañones sobrevivieron a los neadertales porque cooperaban entre ellos). He acabado con un poema del iberoamericano Oswaldo Ulloa.
El agua tiene que fluir para mantenerse limpia
El niño charco de agua estancada
en sus ojos enturbiada su mirada
no logra reflejar el sol
ni la bandada de aves
que emigran buscando la primavera.
Día tras día se va poniendo más opaco
echado en su sillón mirando la tv
o mirando el techo de su pieza
mientras la música estridente tritura el tiempo.
Quieto como si estuviera muerto
piensa sin darse cuenta en lo que piensa
siente sin darse cuenta qué está sintiendo.
Que alguien lo haga correr
para que se vuelva transparente
y se llene de peces
que le hagan cosquilla en el alma
y le contagien las ganas de vivir
las ganas de llegar al mar al amar.
Un día completísimo, haciendo la mitad del Camino de Santiago, al revés: desde Santiago hasta Burgos. Como esta semana también he estado en León, he podido disfrutar (brevemente) de tres de las principales capitales del Camino casi simultáneamente. Una delicia.