– “Tómate tu profesión en serio, pero nunca a ti mismo. Tú importas bien poco en medio del circo que hay montado ahí fuera. Si te tomas demasiado en serio, no serás capaz de aprovechar tus mejores talentos. Estarás atrapado, mirándote en el espejo y viendo si tienes suficiente gomina en el pelo” (Clint Eastwood, 79 años).
– “En la cultura occidental creemos que la mente lo es todo, pero en realidad es limitada. Es codiciosa, egocéntrica, cortoplacista y suele equivocarse. Hay un espacio que va más allá de la mente” (Nick Nolte, 68 años).
– “No seas demasiado ambicioso. Haz una cosa al año, lo que creas que es más importante, y tu carrera se hará por sí misma” (Henry Kissinger, 86 años).
– “El teatro ayuda a la gente a mantenerse cuerda, por eso creo que es importante impulsarlo, especialmente para niños y jóvenes. Un teatro participativo, no para sentarse y mirar, sino para hacer teatro. Yo he tenido la fortuna de poder desarrollar ese trabajo en lugares en conflicto, en campos de refugiados… son las cosas que un artista puede aportar. Es curioso, porque un artista puede hacer un montón de cosas” (Vanessa Redgrave, 72 años).
– “Siempre creí que la sabiduría iba unida a la edad. Creía que llegaría un momento maravilloso en que, sencillamente, me sentiría sabia. No podía estar más equivocada. La vejez es una segunda adolescencia” (Nadine Gordimer, 86 años).
– “Tu mejor obra es la expresión de tu propia persona. Tienes que comprender que tu firma es única. Si partes de ahí, tienes una oportunidad” (Frank Gehry, 70 años).
– “El artista que quiera sumarse al debate público tiene que hacerlo por medio de su trabajo. No me parece buena idea que uno separe la faceta cívica de la profesional” (Robert Redford, 73 años).
– De Nelson Mandela (91 años), tengo que elegir varias frases: “Hay pocas desgracias en este mundo que no puedas convertir en un triunfo personal si tienes una voluntad de hierro y la habilidad necesaria. Lo que diferencia a una persona de otra no es lo que le ha sido dado, sino lo que es capaz de hacer con lo que tiene”; “Las heridas que no se ven son más dolorosas que las que se pueden ver y curar por un médico”; “He aprendido que el valor no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. Yo he sentido miedo más veces de las que puedo recordar, pero siempre lo escondí tras una máscara de descaro, de osadía. El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino el que lo conquista”; “La paz es la mejor arma para el desarrollo que un pueblo puede tener. Acabar con la pobreza no es un gesto de caridad, es un gesto de justicia”; “Si la experiencia de Sudáfrica ha significado algo para el mundo, esperamos que sea haber demostrado que, cuando gente de buena voluntad se junta y supera sus diferencias por el bien común, se pueden encontrar soluciones justas y pacíficas incluso para los problemas más intratables”.
Grandes lecciones de personas sabias. Lamentablemente, no hay ningún latino, ningún iberoamericano, ningún español. En El País Semanal ayer aparecía una entrevista de Juan Cruz a Javier Solana (67 años), “físico, político y corredor de fondo en busca de la paz”. Está a punto de dejar de ser el jefe de la diplomacia europea, y nos ha dejado importantes enseñanzas:- “Me enseñó una cosa fantástica, aparte de respetar al otro, a tener curiosidad, vivir la vida”.
– “He mejorado. Antes me animaba más el deseo de vivir que la visa misma”.
– “Creo que España sigue siendo un gran país. Ahora bien, podríamos estar en una situación mejor. A veces me entristece, cuando lo miro desde fuera, ver un país tan tenso. Siempre he tenido el sentimiento de que los grandes países se hacen con capas que se van acumulando, sin rupturas. Aquí parece que hay que empezar casi desde cero a partir de cada cambio de situación política. Me gustaría que eso no ocurriera. Los grandes países aprovechan lo que ha hecho el otro, aunque el otro no sea de tu forma de pensar. Hay que tener la responsabilidad de quitar crispación a las situaciones sociales. Creo que es posible. Me gustaría que volviéramos a tener un sentimiento de los estados y del gobierno mundial. El mundo se ha globalizado y las soluciones tienen que ser globales. Y no hay solución sin algún tipo de gobierno supranacional, que propicie una cooperación internacional más intensa… Creo que la llegada de Obama puede ayudar mucho, espero que Europa se despierte tras la ratificación del Tratado de Lisboa… No digo que sea un ingenuo optimista, pero sí un optimista”.