El fracaso escolar y la Empleabilidad

Hoy jueves mi hija Zoe ha comenzado el IB (Bachillerato Internacional)
y se sentía nerviosa. De las seis asignaturas, cuatro son en inglés y en dos
años dispondrá de la certificación bilingüe, por lo que podrá estudiar, en
principio, en la universidad que deseo. Orgullo de padre.
El Comité Español
de UNICEF publicó ayer un informe según el cual “Cada año hay demasiados niños
y adolescentes en España que se están quedando atrás o directamente fuera del
sistema educativo, ya que en la actualidad este tiene “poca capacidad de
incluir a los ‘diferentes”. Junto con la Universidad Autónoma de Barcelona, ha
realizado el informe ‘Los factores de la exclusión educativa en España.
Mecanismos, perfiles y espacios de intervención’, en el que llama la atención
sobre la importancia de abordar la inclusión educativa y que esté presente en
el Pacto por la Educación.
Según este informe
de UNICEF, las iniciativas para la inclusión educativa que se están llevando a
cabo no son eficaces, ya que están orientadas a intervenir con medidas de
atención especial en un grupo de alumnos clasificado como problemático, en
riesgo o excluido, pero que no tiene incidencia sobre el conjunto del sistema.
El documento señala
que la exclusión educativa es un “proceso acumulativo que priva al alumno del
aprendizaje” y que el actual sistema tiene “poca capacidad” de incluir a los “diferentes”
y de generar un “vínculo sólido” con el proceso educativo.
El informe critica especialmente
la transición de Educación Primara a Educación Secundaria Obligatoria. “Te
cambian con gente que no conoces, otros profesores, otro edificio, nuevos
temas. Te dejan un verano para crecer”, asegura un adolescente que ha
participado en el estudio. El documento refleja además que la exclusión
educativa “no se distribuye de forma homogénea”, ya que el estatus económico,
socio cultural y cultural; el origen étnico o nacional; y el género influyen en
la capacidad para acceder al sistema educativo y en la experiencia dentro del
mismo. Concretamente, en el caso del género, la probabilidad de los niños o
adolescentes varones de repetir curso es 10 puntos superior ala de sus
compañeras, y los niveles de fracaso escolar son siempre más altos.
La exclusión
educativa es, según señala el informe, el resultado de dinámicas propiamente
educativas vinculadas con aspectos tales como la financiación de la educación,
la provisión educativa, las características del currículum, la pedagogía y la
evaluación o las relaciones de apoyo, acompañamiento y reconocimiento entre
diferentes actores dentro del sistema educativo. En España sigue habiendo
numerosos niños, niñas y jóvenes que, a pesar de estar escolarizados, están
privados del derecho a una educación plena y con sentido.
Asimismo, el
estudio indica que los jóvenes se quejan de falta de apoyo para resolver situaciones
complicadas y de que demasiados profesores “no han apostado por el éxito
educativo de todos los alumnos”. “Es como si el instituto no estuviera montado
para nosotros”, subraya un alumno.
Basándose en las
conclusiones del informe, UNICEF propone cuatro medidas para el Pacto de Estado por la Educación:
incrementar la inversión educativa, con el fin de eliminar cualquier barrera
económica en el acceso al sistema educativo; promover la participación infantil
y familiar, restableciendo el carácter decisivo de los consejos escolares y
estableciendo un sistema regular de consulta a todos los actores sobre la
calidad educativa; diseñar un sistema educativo flexible y diversificado; y
acompañar las transiciones educativas, que han sido identificadas por los
alumnos por un momento clave en los procesos de fracaso y abandono educativo.
Igualmente, el
organismo pide avanzar hacia un sistema educativo “inclusivo y
equitativo” capaz de garantizar los derechos básicos de todos los niños,
niñas y jóvenes, que no reproduzca los “parámetros de desigualdad
social” y que “permita pensar en una infancia con presente y con
futuro”.
UNICEF recuerda
que, según datos de 2016, la tasa de abandono escolar temprano en España se
sitúa en el segundo lugar de la Unión Europea, llegando al 19%, mientras que la
media europea está en el 10,7%.
“Cada año hay
demasiados niños y adolescentes en España que se están quedando atrás, o
directamente fuera del sistema educativo. La educación es un derecho y una
herramienta clave para el desarrollo individual y social. No podemos quedarnos
impasibles ante este problema”, subrayó el director ejecutivo de UNICEF Comité
Español en la presentación del Informe.
Por su parte, el
responsable de Educación de la organización, Ignacio Guadix, ha señalado que el
Pacto de Estado por la Educación “debe dar prioridad a evitar la exclusión” en
el sistema educativo y “reducir las aún altas cifras” de fracaso y abandono
escolar. “Este curso que comienza tiene que ser el de un Pacto por la Educación. El sistema educativo no puede ni debe dar
la espalda a los niños y adolescentes en riesgo de exclusión”, ha sentenciado.
Me preocupa mucho
el abandono escolar, una triste realidad en la que España suele estar en las
tasas más altas de la Unión Europea (Portugal, que nos acompañaba, ha mejorado
considerablemente en ello). Según el estudio empírico ‘Los orígenes del fracaso
escolar en España’ de Juan Jesús Fernández González (Universidad de California
en Berkeley) y Juan Carlos Rodríguez Pérez (Universidad Complutense) (www.researchgate.net/profile/Juan_Carlos_Rodriguez6/publication/28294142_Los_origenes_del_fracaso_escolar_en_Espana_Un_estudio_empirico/links/553f63620cf23e796bfb3a85.pdf),
que miles de jóvenes no consigan aprobar la educación secundaria obligatoria
depende de una serie de factores:

Socioestructurales (clase social de origen del estudiante, profesión de los
padres, estructura de la familia y género). Repiten menos los alumnos con
padres/madres de mayor nivel de ocupación, que son profesores, españoles o
hijos de españoles, de hogares no monoparentales, en los que la madre trabaja.
Los chicos abandonan el doble que la chicas. 
– De Capital Humano
(Gary Becker), como “los estudiantes que dedican más horas a hacer deberes
repiten menos”, que los padres elijan el centro, que sean puntuales al llegar a
clase, que hayan tenido dos o más cursos de preescolar.
– Capital Cultural
(Bordieu): un entorno más educado e informado. El fracaso está relacionado con
el volumen de la biblioteca del hogar, disponer de ordenador e internet… (y
positivamente con disponer de una videoconsola).
Las variables de
estatus socioeconómico y de género son especialmente relevantes. La
probabilidad de que una estudiante de clase media-alta repita respecto a un
alumno de clase baja es cinco veces. Ni la condición de inmigrante ni la
situación laboral de la madre influyen en la repetición del curso.  La actitud de los padres/madres hacia la
educación es determinante.
Para mejorar como
país en empleabilidad (dada la “tormenta perfecta” de desajuste de talento:
alto nivel de desempleo, escasez en determinados puestos, emigración
involuntaria), hemos de tomarnos mucho más en serio la educación (la inversión
más rentable, como demostró el premio Nobel James Heckman). Suscribo plenamente
las tesis de José Antonio Marina y Carmen Pellicer respecto al Pacto por la Educación. Esta “guerra”
(por el talento) la vamos a ganar desde la empleabilidad, la aprendibilidad y
la inclusión.  
La canción de hoy,
dada la fecha, es ‘el 7 de septiembre’ de Mecano: www.youtube.com/watch?v=P7fKL9oyxxg
“Hay algo vivo en ese amor. Y aunque empeñados en soplar, hay llamas que ni con
el mar”.

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